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Carlos del Campo, secretario general de la LFP |
Me lo ha dicho Carlos del Campo, el secretario general de la LFP, con una mirada entrecerrada detrás de sus gafas de pasta: “Para mí, el derecho a la información llega hasta decir el resultado del partido; el resto es sólo entretenimiento. Si por mí fuera las televisiones sólo darían gratis los resultados en un panel. El fútbol es una industria que defiende el fútbol en abierto, pero sin obligación- (¿?)-. Esos partidos nos cuestan perder 150 millones al año”. Y respecto a las ayudas y comisiones, me levanta la voz: “Niego la mayor, son contraprestaciones por utilizar el nombre de los clubes”. Hablamos en Bilbao, donde asisto al Congreso Nacional de la Prensa Deportiva en calidad de presidente de la Asociación Murciana y aprovecho para testar hasta dónde están dispuestos a llegar. Aunque en Murcia sólo se vería afectada la actividad del Cartagena, lo que de verdad se vería perjudicado es el seguimiento de las miles de personas que siguen la Liga y su implicación con la hostelería y otros Servicios.
Ya ven, les quieren atornillar al máximo para exprimir el negocio, que consideran suyo en exclusiva. Para salvar los clubes de la desaparición, socorrer a los jugadores cuando no cobran, arreglar los estadios –la mayoría vendidos a los ayuntamientos y gestionados por ellos-, para presionar a las autoridades, los clubes son de todos, pero para cobrar son propiedad privada. Del Campo tuvo el atrevimiento de decir que esas ayudas son una contraprestación, “¿o es que los club no contribuyen a las ciudades”, dijo para justificarse. Vamos, que todavía les hacen un favor. Pero cuando ya se me descolgó la mandíbula fue cuando argumentó su beneficio en las quinielas, que se le resta a los ingresos de Hacienda: “Es lo mínimo por usar el nombre de los equipos y, si no, que aparezca en el boleto que juega A contra B, C contra D y así sucesivamente. Claro! ¿Y cuánto deberían cobrar los Ayuntamientos, Diputaciones y Comunidades Autónomas por cederles el nombre de las ciudades? ¿Y si los clubes se llamaran Real M, Athletic Club de B o V Club de Fútbol? ¿En cuánto se cifran esos derechos de imagen? A estupideces podemos competir todos, desde luego.
Para la avaricia de este colectivo el derecho al beneficio parece por encima del derecho a la información, recogido en la Constitución. Una cosa es influir en las retransmisiones en directo y otra contar los partidos, resumidos a posteriori. Es más, la LFP programa no menos de 18 horas de fútbol en directo cada fin de semana, prorrateando los horarios para que los partidos de los clubes importantes no se solapen y puedan rentabilizarlos más. Pero, ¿en cuánto evaluamos el daño que eso hace al resto del fútbol, que tiene que jugar a horas intempestivas para sobrevivir? Si todos los partidos de Primera se jugaran a la misma hora, cada aficionado vería a su equipo y tendría más opciones de seguir el fútbol base. Pero eso les importa poco. Codifiquemos, prohibamos, restrinjamos, pongamos puertas al campo en la era de la comunicación. No se dan cuentan de que por mucho que reduzcan las emisiones en abierto, fomentan más que los aficionados puedan ver los partidos por satélite o internet a través de las muchas páginas web que los ofrecen cada fin de semana. Gratis. Sólo hay que comprar una parabólica o tener un buen ancho de banda. Y se pueden ver en HD sin que ‘la patronal’ como se autodenominan, vean un euro. No duden de que si los españoles tienen que dar ese paso, lo harán y la LFP se quedará a dos velas. Por prohibir en vez de incentivar, en vez de usar las nuevas tecnologías para llegar más y mejor con sus productos. Por mucho que se equivoquen no nos van a dejar sin fútbol, don Carlos, aunque para usted sea un entretenimiento.
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