Las Delegaciones se hallan en fase de exposición y será este jueves, a las 16.00 h., cuando sepamos si triunfa la opción ibérica sobre las de Inglaterra, Rusia y la también compartida por Bélgica y Holanda. Murcia forma parte de esa candidatura entre las 18 sedes aspirantes a organizar el Mundial. Dos de ellas son portuguesas y el resto españolas. Los únicos requisitos que necesitaría es ampliar el aforo en unas nueve mil localidades, aproximadamente, para lo que se elevaría la visera actual y instalarían unas ocho filas más de asientos en el perímetro del graderío. Las obras se llevarían a cabo entre 2014 y 2017. Suponemos, aunque eso no lo ha dicho nadie, que también se aprovecharía para cambiar el césped y todo el sistema de drenaje, mutilado desde antes de su inauguración en el año 2006.
Jesús Samper ha movido bien sus influencias en la Federación. La designación de Murcia para organizar el Mundial facilitaría mucho las inversiones en el proyecto de la Paramount, para el que ha sido el primer inversor y relanzaría, a su vez, el nuevo aeropuerto regional. Las potencialidades económicas y turísticas en los próximos años -y después del Mundial, en función de los equipos que fueran designados para jugar en Murcia- podrían incrementarse de manera exponencial. Sólo faltaría que el Real Murcia obtuviera parte de los beneficios para sanearse de nuevo y volver cuanto antes a Primera División.
Deuda histórica
Esta es la segunda ocasión en la que Murcia se pone en la lista de un Mundial. La primera fue el de España 82 y sólo la necedad de los entonces socios compromisarios del Real Murcia, que se negaron a la construcción de un estadio nuevo por preservar el viejo estadio de La Condomina, impidió que la ciudad fuera de una de las sedes. Fue por eso que Alicante tuvo dos, en la capital y en Elche. Esperemos que esta vez, si la FIFA se decide por España, Murcia pueda saldar una deuda histórica.
Jesús Samper ha movido bien sus influencias en la Federación. La designación de Murcia para organizar el Mundial facilitaría mucho las inversiones en el proyecto de la Paramount, para el que ha sido el primer inversor y relanzaría, a su vez, el nuevo aeropuerto regional. Las potencialidades económicas y turísticas en los próximos años -y después del Mundial, en función de los equipos que fueran designados para jugar en Murcia- podrían incrementarse de manera exponencial. Sólo faltaría que el Real Murcia obtuviera parte de los beneficios para sanearse de nuevo y volver cuanto antes a Primera División.
Deuda histórica
Esta es la segunda ocasión en la que Murcia se pone en la lista de un Mundial. La primera fue el de España 82 y sólo la necedad de los entonces socios compromisarios del Real Murcia, que se negaron a la construcción de un estadio nuevo por preservar el viejo estadio de La Condomina, impidió que la ciudad fuera de una de las sedes. Fue por eso que Alicante tuvo dos, en la capital y en Elche. Esperemos que esta vez, si la FIFA se decide por España, Murcia pueda saldar una deuda histórica.
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