martes, 11 de enero de 2011

¿Debe reforzarse el Real Murcia?

A falta de tres semanas para que se acabe el periodo de fichajes, el Real Murcia no ha movido ficha y sus responsables afirman que no lo harán. El motivo que aducen es que la actual plantilla es suficiente para alcanzar el ascenso. Sin embargo, fuera de Nueva Condomina la necesidad de apuntalar el equipo es un clamor general.
Los números del Real Murcia son incontestables: líder en solitario con tres puntos de ventaja sobre el segundo y seis sobre el tercero. Pero no hay confianza plena en que eso sería suficiente para disputar un play-off con garantías porque en el transcurso de la primera vuelta se ha descubierto algunos agujeros. El Murcia no va a subir porque llegue a los cien puntos, sino por ostentar la adecuada solidez cuando llegue el momento decisivo. En consecuencia, ¿podemos pensar que la plantilla es la adecuada, o convendría reparar ciertas vías de agua? Si miramos más allá del Grupo IV, los rivales que se puede encontrar en el camino y que ahora comandan los restantes Grupos llevan una trayectoria parecida a los granas. Nada apunta a que sean favoritos. Los cruces son una incógnita, pero ¿qué referencias tenemos al respecto?: En los enfrentamientos con los siete primeros de su Grupo, el Real Murcia acumula un balance irregular de dos victorias, cuatro empates y una derrota. De ellos, tres de las igualadas han sido en Nueva Condomina. Atención a ese dato. Un empate en tu campo en un play-off puede complicarlo todo mucho. En cuanto al rendimiento, si el portero de un equipo se convierte en protagonista varias veces en un partido, puede que algo falle. Si los balones llegan contados a un único delantero, al que se le exige un porcentaje enorme de acierto -y que no se le ocurra lesionarse porque no hay repuesto-, puede que falte otro atacante. Y si el 'organizador' (Richi) atraviesa por un periodo de bajón físico, no puede acabar un partido y no hay recambio, o se lesiona (Aguilera) y el técnico no da con el sustituto, igual falta un organizador. Todo ello al margen de las consideraciones sobre si el juego es vistoso o no.

El Murcia juega con fuego. El año pasado hizo lo mismo y se quemó. No quiso reforzar un vestuario que estuvo en descenso toda la primera vuelta, ni quiso echar a un entrenador incompetente y, así, lo evitable se convirtió en imperdonable. Ahora no puede reincidir. Debería apostar todo lo que tiene para apuntalar la plantilla hasta la extenuación porque un error sería fatal y la entidad no podría asumir otro año en la categoría. Tampoco se lo merecen unos aficionados fieles y ejemplares, pero exigentes con su equipo. No vale caer en la demagogia de que en el mercado de invierno no hay futbolistas buenos. Y menos este año que se pueden fichar hasta de entre tus rivales. Y menos en Segunda B para un equipo 'poderoso' en estas latitudes. Es más, tal y como están las economías de los clubes, incluso en una categoría superior, si a algunos futbolistas se les asegura el sueldo, jugar en un campo de Primera y con ocho mil espectadores, igual ni se lo pensaban. Más difícil veo yo dejar alguna plaza libre para que vengan, porque a ver quién se atreve a irse de este club con lo que está cayendo por ahí. Que se lo pregunten a Chando y sus coqueteos estivales con el Granada.
Juan Antonio Samper tiene la última palabra. El ascenso en Segunda B es una carrera de fondo en la que no basta con llegar primero, sino en llegar mejor que tus rivales.

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