miércoles, 12 de enero de 2011

Xavi, un genio sin recompensa

Una vez más a los españoles nos han dado para el pelo en la vieja Europa. El pésimo estado de nuestra Diplomacia encuentra su fiel reflejo en los desplantes que la UEFA y la FIFA nos hacen continuamente y que han tenido su reflejo en la designación de Messi como mejor jugador del año. En otros tiempos, cuando un español cabreado cruzaba los Pirineos, los galos, nibelungos, sajones o moradores del pre-Benelux, hacían el pino. Ahora ya no vale ni ganar un Mundial para que te tomen en serio.
Un Mundial es el acontecimiento deportivo más importante del mundo, para mí por encima de los Juegos Olímpicos. Y Ahí Messi se estrelló. Estuvo todo el Mundial mirando hacia atrás buscando a Iniesta o Xavi... y sólo veía la mediocridad de Maradona. Ni un gol, ni una genialidad memorable, ni un éxito colectivo, le dejan en segunda fila. Admito que Iniesta estuvo lesionado mucho tiempo y quizá no es acreedor, aunque su gol vale su peso en oro, pero Xavi mantuvo su regular genialidad in crescendo hasta GANAR EL CAMPEONATO DEL MUNDO. Que parece que ahora no es importante. Si lo llegan a ganar los alemanes o los franceses, les dan hasta los brazos de las butacas. La denigrante animadversión de Platini y Beckenbauer hacia los españoles está visto que pesa más en la FIFA.Lo vimos en la elección del Mundial de 2018 y se repite ahora. Para mí, que no ganara Xavi es una injusticia irreparable y deja sin recompensa la piedra angular sobre el que bascula el juego de la Selección. No se puede entender ese juego que ha maravillado al universo fútbol sin Xavi, la prolongación el campo del gran ideólogo de un estilo inventado por Guardiola, aplicado por Luis Aragonés y remasterizado por Vicente del Bosque. Por eso tampoco me parece bien que se premiara a Mourinho por ganar al Catania, antes que el hombre que ha demostrado que también se puede ganar jugando al fútbol como los dioses.

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