Dice Arantxa Sánchez Vicario que dejó el listón muy alto y que es inevitable que las tenistas españolas se comparen siempre con ella y con Conchita Martínez por los logros que consiguieron. ¿El listón muy alto? ¿Acaso se refiere a la latitud de Andorra, país donde guardaba sus ganancias y pagaba sus impuestos mientras paseaba sin rubor la bandera de España? Española para dar lecciones de tenis y darse besos en el curriculum, pero andorrana para hacer las cuentas. Dejad que los euros vengan a mí, pero después os buscáis la vida con vuestros impuestos y lo que os podáis pagar con ellos.
Hacienda inmisericorde la descubrió y la sentenció a pagar tres millones y medio de euros por no pagar el IRPF. La jugadora alegó que ella vivía en Andorra y no tenía por qué responder a los impuestos españoles. Eso fue en 2003. Seis años después de múltiples sentencias y recursos el Tribunal Supremo la puso en su sitio:
La recurrente "confunde los conceptos de residencia y domicilio -entendido éste último como el lugar en que alguien ejerce sus derechos y cumple sus obligaciones-". El concepto de residencia exige un "elemento espiritual", que sería la intención de residir en un lugar determinado, pero también es necesario un elemento material, es decir, "la residencia efectiva". En este sentido, (…) las propias afirmaciones de Sánchez Vicario permiten deducir que no sólo nunca residió efectivamente en Andorra sino que tampoco tuvo intención de hacerlo en ningún momento.
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