jueves, 30 de junio de 2011

Llamadme loco si queréis...

...Pero me gusta el ciclismo, defiendo el ciclismo, practico el ciclismo. Aunque son muchos los que tratan de demonizarlo, desprestigiarlo con sospechas constantes, perseguirlo con saña incluso desde sus propias instituciones, amo el ciclismo. No hay ningún deporte más abnegado, extenuante y reconfortante a la vez, tan poco recompensado más allá de conocer los propios límites de la resistencia personal y, sin embargo, más adictivo. 
En Murcia hay miles de practicantes, decenas de clubes y peñas ciclistas, apasionados por un deporte que sólo necesita una bici, ropa adecuada y mucha carretera o montaña. Se les puede ver a cualquier hora del día deslizándose en solitario o en grupo por las arterias secundarias de nuestra Región -cuyo pavimento es bastante mejorable, por cierto y las protecciones o ‘quitamiedos’ son trampas mortales-. Luchan contra el cansancio y miran de reojo el paso de unos vehículos que no siempre respetan la distancia de seguridad. Hay quien dice que es una temeridad tirarse al asfalto en esas circunstancias, que no merece la pena. Quizá tengan razón. Hay pocas cosas más peligrosas que cruzar una rotonda en Murcia con una bicicleta. El carril bici es escaso y a menudo mal utilizado por peatones para sus paseos, lo que lo hace peligroso para ambos. Y no digamos el disparate de los carriles compartidos con los coches, en los que ceder el paso son quimeras y te juegas la vida de manera literal. En esta ciudad todavía no ha arraigado la cultura de la bicicleta en ese sentido, a pesar de que tiene unas condiciones magníficas, pero el proceso es irreversible. 
Algo tiene la bici que te engancha. Será la descarga de endorfinas o comprobar cómo late el pulsómetro a ritmo de timbal mientras luchas contra la pendiente, o contra el viento, ese enemigo invisible que lima las fuerzas; o será el contacto con la naturaleza cuando pasas por un camino estrecho cercado por un riachuelo, bajo una espesa arboleda, o junto al mar… ese momento de respiración agitada en el que duelen las piernas y el cuerpo se rebela, pero al tiempo reacciona, se aclimata y responde con todas sus prestaciones para hacerte disfrutar. Tiene algo este deporte cuando estimula el compañerismo hasta el punto de ver a ocho corredores ‘vaciarse’ para el triunfo de uno solo y hacerlo un triunfo de todos; una motivación extraordinaria para superar las dificultades que puede ser muy beneficiosa en la educación, hoy que la cultura del esfuerzo está denodada. 
Tramposos los hay, como en todas las disciplinas, pero son los menos. Que tire la primera piedra el deporte que se considere más limpio que el ciclismo. Esta disciplina se reinventa cada día y merece el reconocimiento general. El que la haga, que la pague. Si puede ser, de por vida y de manera ejemplarizante, pero admiremos mientras a los que se dejan la piel en la carretera. 
Murcia es una región con una de las mejores canteras de España. A la altura de la vasca o catalana, con muchos menos medios. Y una sola provincia Tenemos campeones de manera ininterrumpida desde hace más de 20 años y eso es fruto de la pura estadística junto a la propia capacidad. También del gran trabajo de los técnicos y dirigentes murcianos. También hay muchos organizadores de carreras, mutiladas por los efectos de la crisis. 
J.J. Rojas, en TVE Murcia, con Juan de Dios Martínez.
Dos de nuestros ases toman parte en el Tour desde este fin de semana: José Joaquín Rojas y Luis León Sánchez, con la notable ausencia de Alejandro Valverde, al que le quedan aún por purgar seis meses de un delito que nunca cometió. Rojas llega pletórico después de ganarle al mismísimo Contador el Campeonato de España. Esta semana me decía en una entrevista que se ve con fuerzas y que los finales de las etapas llanas le son propicios. Ha madurado y tiene la experiencia necesaria en la carrera. Falta que le acompañe la suerte, junto a su compañero Fran Ventoso. Luis León, por su parte, ha tardado en aclimatarse al Rabobank, pero su triunfo (también ante Contador) en el Nacional ha dejado buenas sensaciones. Trabajará como número dos para Gesink en busca de alguna etapa, sin perder de vista la General. 
Es una pena no ver aún al genio de Las Lumbreras entre ellos. Lo he visto entrenarse estos últimos meses como si estuviera en plena competición, está fino y no ha perdido ni un ápice de motivación. Volverá muy fuerte para intentar cerrarle la boca a todos los que le han vilipendiado. 
Es el Tour, la catedral del ciclismo, una cita obligada en la tórrida tarde de julio para disfrutar con los mejores corredores del mundo. Llamadme loco, pero me gusta el ciclismo.

lunes, 20 de junio de 2011

Asuntos de fiar

Como todos los años por estas fechas comienza el baile de los ahorcados entre los equipos que no pueden pagar sus deudas. Algunos se escaparán con los manidos pagarés; otros buscarán ayudas institucionales hasta el último momento para huir por el ojo de una aguja; otros sucumbirán, descenderán o desaparecerán. La crisis ha incrementado los casos y puesto en evidencia el sistema. El caso no sólo afecta al fútbol y con la crisis se ha experimentado un incremento que ha puesto en evidencia el sistema de financiación de las entidades deportivas.
Muchos clubes sobreviven gracias a las ayudas públicas.
El Club Baloncesto Murcia estará la próxima temporada en la ACB, aunque ha tenido que ascender dos veces para conseguirlo. Menos mal. Por un momento me temí que Murcia volviera a hacer el más grande de los ridículos al ver cómo el baloncesto, como ya pasó con el fútbol en julio de 1992, fuera descendido en los despachos. A diferencia de aquel lejano verano había en esta ocasión, en ambos lados de la mesa, dos partes muy comprometidas para evitarlo. Por una, la familia Carabante, sin una mueca de abandono pese a las adversidades en un clima de diálogo resolutivo. Por otra, las Administraciones Públicas. Tanto Pedro Alberto Cruz como Miguel Cascales ha tendido todos los puentes precisos para que las Cajas de Ahorros facilitaran el dinero requerido. Tal y como está el panorama tiene mucho mérito porque estas entidades están muy reticentes. Sin embargo, por muy mal que estén no pueden obviar que su principal cometido es la de priorizar sus beneficios sociales, a diferencia de los bancos y contribuir a tener un equipo de élite de baloncesto es un beneficio social. Ahora bien, la responsabilidad se traslada a los dirigentes del club para que confeccionen una plantilla que compita de manera digna, un equipo que nos prive de los bochornos que vivimos en la última temporada. Hay que aprovechar el impulso de los aficionados para asentar al equipo, pero hacen falta mimbres. 
Las penurias del CB Murcia no son una excepción. El baloncesto ACB es una ruina por donde quiera que mires. Excepto el Real Madrid o el Barcelona, que nutren sus presupuestos del fútbol, lo cierto es que lo demás subsisten de milagro. El modelo de competición está obsoleto y las audiencias de televisión son muy bajas. No porque la retransmisión de Teledeporte sea mala, porque por el mismo canal se retransmiten el tenis, el ciclismo o el fútbol y registran grandes audiencias, sino porque el espectáculo que se propone es insuficiente. Todos navegan por encima de sus posibilidades y si no fuera por las ayudas públicas serían inviables. 
El Ciudad de Lorquí (?) se fue a Almería

viernes, 10 de junio de 2011

Epílogo

El Real Murcia cierra el próximo domingo su breve periplo por la Segunda B. La eliminatoria por el campeonato es un epílogo a semejanza de aquellas series televisivas de los 70, en las que los buenos explicaban cómo habían podido vencer a los malos en tono de sitcom. En este caso tanto Sabadellcomo Murcia han sacado adelante su guión y acabarán con una sonrisa este enfrentamiento tan descafeinado que no deja de tener un título en juego, aunque sea en estas profundidades de nuestro fútbol. De hecho, el equipo grana sólo se ha entrenado tres días esta semana y su rival poco más.
El partido brinda la ocasión para que los aficionados y los jugadores puedan festejar una última vez su ascenso, aunque en mi ánimo pesa más palabras como retorno, reflote o rescate, de un precipicio al que el club se ha abocado en el último año. Los componentes de la actual plantilla se merecen el reconocimiento de sus aficionados. Y viceversa, pues el apoyo de estos en una categoría anodina y paupérrima ha sido ejemplar. 
Iñaki Alonso podrá festejar su renovación, aunque no la tenga firmada, después de dos semanas de incertidumbre en las que se ha alargado de manera innecesaria esta decisión. Es lógico que un entrenador que ha liderado un proyecto de ascenso encuentre el premio de la continuidad, a no ser que ese técnico sea David Vidal y cometa tantas estupideces que ni aún subiendo a Primera se vea premiado. Son excepciones y el vasco está en las antípodas del gallego.
Desconozco las pretensiones de los Samper para el nuevo proyecto, como ignoro quién será el responsable de confeccionarlo, aunque lo considero de suma importancia porque marcará los parámetros en los que luchará el equipo y el volumen de sufrimiento que se avecina. No sé si será de un plan de permanencia o de ascenso, pero espero que sea competitivo. La plantilla hay que reformarla, como se rehízo hace un año para adaptarla a la Segunda B. Entendí entonces, aunque me costó aceptarlo, que se recurriera a jugadores de un perfil específico para esta categoría que ha resultado ser todavía peor de lo imaginada. Pero, sin barrenar el trabajo del grupo actual, hay que dar un salto cualitativo. No olvidemos que si bien el Real Murcia es el único equipo que, en dos ocasiones, ha sido capaz de salir de Segunda B en una sola temporada, también lo es que la ha perdido con la misma rapidez. En 1992 el Murcia descendió en los despachos por no poder convertirse en SAD. Al año siguiente volvió a Segunda por méritos deportivos y, al siguiente, volvió a descender por deméritos en los campos de fútbol. La flaqueza de sus arcas, a pesar del buen hacer y querer de los responsables del club no pudieron parar la hemorragia y la campaña siguiente, la 94-95, todavía se fue a Tercera División, el momento más humillante que ha conocido este  –con permiso del admirado Quique Baeza- centenario club.
Los aficionados del Murcia están ilusionados con esta nueva etapa y hacía décadas que no vivían un clima así de compenetración con la entidad. Es la única manera de crecer y crear cultura deportiva, no en el apoyo en el triunfo sino en el respaldo en el fracaso. Conviene tenerlo en cuenta en los albores de un propósito nonato que se verá obligado a competir en apenas dos meses. Presumo que el próximo año no será fácil. Es posible que se pierda esa imbatibilidad en Nueva Condomina (aún no sé lo que hará el Sabadell), pero habrá que superar esa transición para que el equipo vuelva por sus fueros como el gran campeón de Segunda.
El passé récent, es la retina del historial grana. Los tres últimos proyectos en Segunda estuvieron abocados al fracaso y en el último se materializó. Habrá que remontarse un poco más atrás para tomar las referencias. El pasado sólo es el principio. Fin a la Serie B.

jueves, 2 de junio de 2011

Es el momento de Pepe Aguilar

Para entender la magnitud de cómo ha salido Sergio Fernández del Real Murcia habría que preguntarse qué hubiera pasado si, en vez de al Hércules, fuera al Cartagena. ¿Sería todo el mundo tan comprensivo y complaciente? Salvo que le apliquen un flash amnésico, tipo Men in Black, el leonés se llevará en su cabecita lo mejor de los informes que ha recabado durante el último año para fortalecer los archivos blanquiazules. Pagado por el Real Murcia y a disposición de uno de los principales rivales que va a tener el Real Murcia en la próxima temporada, no sabemos si por subir o por no bajar, que dependerá de otros factores. 
Sergio Fernández tiene todo el derecho del mundo a cambiar de trabajo. Lo reconoce la Constitución en su artículo 35: “Todos los españoles tienen… el derecho a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y… satisfacer sus necesidades y las de su familia”. Otra cosa es que se le aplauda por ello en la parte afectada. Estas cosas pasan en la empresa de manera constante sin tanta repercusión, pero en el fútbol se magnifican. Paco González y muchos de sus compañeros en la Cadena SER optaron por marcharse a la COPE y los de PRISA no les dieron palmadas en la espalda precisamente. El ex jugador murcianista se ha procurado su futuro en Alicante porque es el club que más siente, donde tiene su casa y a su familia, donde quiere trabajar el resto de su vida. Legítimo, insisto. 
Sergio Fernández, en su despedida del Real Murcia
Pero la salida de Sergio ha sido poco ortodoxa y Jesús Samper, en una muestra más de magnanimidad, le ha dejado las puertas abiertas. El ex futbolista considera que su ‘ciclo’ ha finalizado con el cumplimiento del ascenso; el dirigente obvia sus formas, el que ya tuviera decidido marcharse antes de que el Murcia subiera. Aunque en el club no le ha sorprendido a nadie el anuncio. Ya en Lugo les preguntamos por ello a ambas partes cuando, al menos yo, vi a Sergio muy esquivo con los periodistas, sin euforia en el vestuario o con los jugadores, con una flema que a mí me pareció impostora. Nunca le he visto cómodo en el Real Murcia. Sus expectativas se derrumbaron cuando vino del Hércules hace dos años, pero aguantó con estoicismo su contrato hasta el descenso. Su sorprendente nombramiento como director deportivo la ha llevado con la misma frialdad que profesionalidad. Su comportamiento ha sido ejemplar, comprometido y honrado con su trabajo y hasta ha tenido la deferencia de dar una rueda de prensa para justificar su marcha. Pero lo hace a la trinchera de enfrente y no debe esperar dádivas del murcianismo. Sergio Fernández es pasado, aunque su contrato acabe el 15 de junio. 
El futuro, sin embargo, es una incógnita. A ver con qué nos sorprenden los Samper esta vez, si confían en nuevos valores o en otros más contrastados. O le dan esa responsabilidad a Iñaki Alonso, con el que espero que pronto alcancen un merecido acuerdo de renovación. En cualquier caso apunto una idea: Creo que es el momento para que Pepe Aguilar regrese al club. El cántabro ha marcado el que, para mí, ha sido el gol más importante de la historia moderna del Real Murcia. Aquel tanto de Granada rescató al club de la desesperanza en la que se había sumido en la década anterior. Abrió un nuevo mundo entre una afición diezmada por los azotes de la decepción y se ganó, desde ese momento hasta hoy, un lugar de honor en la memoria histórica del murcianismo. 
Pepe Aguilar
Lo pude comprobar el pasado domingo en el viaje a Lugo. Pepe Aguilar se desplazó como comentarista de Radio Murcia, en el mismo avión que otros periodistas y casi doscientos aficionados. Su presencia revolucionó a los seguidores, que no cesaron de pedirle autógrafos y fotografías. En el aeropuerto, en el avión, cuando le reconocieron en las calles de la ciudad gallega o en el propio campo. Hubo hasta quien le sacó los colores cuando se abalanzó a darle besos. Y todo por un gol que marcó hace once años. Él mismo me confesó que se sorprende cómo tanta gente le confiesa su admiración después de tanto tiempo. 
Aguilar es un mito del murcianismo, un icono, un símbolo. Es el nexo que tanto necesita el club con su masa social, pero también un ex jugador con una dilatada experiencia en Segunda División y Segunda B. Es un hombre de fútbol respetado e inteligente, que ama Murcia y ha decidido vivir aquí por convicción. Sería muy feliz al trabajar en el Real Murcia porque lo siente como propio. Además, ocuparía un puesto hasta ahora inédito en la entidad por esa combinación de experiencia profesional, afabilidad y complicidad con el entorno grana. Un poco, si me permiten, el Valdano del Real Murcia. Después de la absoluta reestructuración del organigrama técnico que se realizó el año pasado, ahora habrá que acometer otra igual de importante y creo que es el momento de buscarle un hueco. Estoy convencido que los murcianistas lo aprobarán. 
Pepe Aguilar y medio millar más de aficionados lloraron de emoción en el Anxo Carro de Lugo, otro campo que se suma al Olimpo de los estadios granas. En mi periplo profesional he podido vivir y contar tres ascensos a Primera, tres a Segunda y uno a Segunda B. A cuál de ellos más emotivo. Pero en éste el rasgo diferenciador ha sido la implicación de los seguidores murcianos. Fue un privilegio poder compartirlo con muchos de ellos desde que salimos de Alicante hasta que llegamos a La Redonda de madrugada. Con esta afición fiel y entusiasta el futuro del club está garantizado. Los lucenses se admiraban el domingo al ver pasar una manta roja por sus calles y plazas, camino del estadio, de manera ordenada y ruidosa. Lo veían quizá con un poco de envidia, porque es insólito ver semejante despliegue tan lejos para un partido de Segunda B. Pero, claro, es que el Real Murcia no es de Segunda B y esperemos que nunca más lo sea. Debe estar en Primera y vamos a luchar por ello, me decía Juan Antonio Samper tras el partido. Dios le oiga, don Juan Antonio y enhorabuena al Real Murcia.

http://murciatododeporte.com/not/548/es_el_momento_de_pepe_aguilar_