viernes, 10 de junio de 2011

Epílogo

El Real Murcia cierra el próximo domingo su breve periplo por la Segunda B. La eliminatoria por el campeonato es un epílogo a semejanza de aquellas series televisivas de los 70, en las que los buenos explicaban cómo habían podido vencer a los malos en tono de sitcom. En este caso tanto Sabadellcomo Murcia han sacado adelante su guión y acabarán con una sonrisa este enfrentamiento tan descafeinado que no deja de tener un título en juego, aunque sea en estas profundidades de nuestro fútbol. De hecho, el equipo grana sólo se ha entrenado tres días esta semana y su rival poco más.
El partido brinda la ocasión para que los aficionados y los jugadores puedan festejar una última vez su ascenso, aunque en mi ánimo pesa más palabras como retorno, reflote o rescate, de un precipicio al que el club se ha abocado en el último año. Los componentes de la actual plantilla se merecen el reconocimiento de sus aficionados. Y viceversa, pues el apoyo de estos en una categoría anodina y paupérrima ha sido ejemplar. 
Iñaki Alonso podrá festejar su renovación, aunque no la tenga firmada, después de dos semanas de incertidumbre en las que se ha alargado de manera innecesaria esta decisión. Es lógico que un entrenador que ha liderado un proyecto de ascenso encuentre el premio de la continuidad, a no ser que ese técnico sea David Vidal y cometa tantas estupideces que ni aún subiendo a Primera se vea premiado. Son excepciones y el vasco está en las antípodas del gallego.
Desconozco las pretensiones de los Samper para el nuevo proyecto, como ignoro quién será el responsable de confeccionarlo, aunque lo considero de suma importancia porque marcará los parámetros en los que luchará el equipo y el volumen de sufrimiento que se avecina. No sé si será de un plan de permanencia o de ascenso, pero espero que sea competitivo. La plantilla hay que reformarla, como se rehízo hace un año para adaptarla a la Segunda B. Entendí entonces, aunque me costó aceptarlo, que se recurriera a jugadores de un perfil específico para esta categoría que ha resultado ser todavía peor de lo imaginada. Pero, sin barrenar el trabajo del grupo actual, hay que dar un salto cualitativo. No olvidemos que si bien el Real Murcia es el único equipo que, en dos ocasiones, ha sido capaz de salir de Segunda B en una sola temporada, también lo es que la ha perdido con la misma rapidez. En 1992 el Murcia descendió en los despachos por no poder convertirse en SAD. Al año siguiente volvió a Segunda por méritos deportivos y, al siguiente, volvió a descender por deméritos en los campos de fútbol. La flaqueza de sus arcas, a pesar del buen hacer y querer de los responsables del club no pudieron parar la hemorragia y la campaña siguiente, la 94-95, todavía se fue a Tercera División, el momento más humillante que ha conocido este  –con permiso del admirado Quique Baeza- centenario club.
Los aficionados del Murcia están ilusionados con esta nueva etapa y hacía décadas que no vivían un clima así de compenetración con la entidad. Es la única manera de crecer y crear cultura deportiva, no en el apoyo en el triunfo sino en el respaldo en el fracaso. Conviene tenerlo en cuenta en los albores de un propósito nonato que se verá obligado a competir en apenas dos meses. Presumo que el próximo año no será fácil. Es posible que se pierda esa imbatibilidad en Nueva Condomina (aún no sé lo que hará el Sabadell), pero habrá que superar esa transición para que el equipo vuelva por sus fueros como el gran campeón de Segunda.
El passé récent, es la retina del historial grana. Los tres últimos proyectos en Segunda estuvieron abocados al fracaso y en el último se materializó. Habrá que remontarse un poco más atrás para tomar las referencias. El pasado sólo es el principio. Fin a la Serie B.

1 comentario:

  1. Hola Don Juan De Dios,me gustaria ponerme en contacto con usted por privado, para comentarle un tema personal sobre el Real Murcia, mi correo electronico es huracancarlos@hotmail.com. Muchisimas gracias, espero respuesta.

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