Una de las sorpresas más agradables que nos hemos encontrado a la vuelta de vacaciones del Real Murcia ha sido verles con nuevas indumentarias. De momento para los entrenamientos y, más adelante, para los partidos. Es una grata noticia porque ya tenía ganas de que jubilaran las del año pasado, para mí una de las menos agraciadas y representativas de su historia, en dura competencia con algunos ejemplos lamentables de los años 90.
Tito Pazos, en los 70 |
Cuando en el primer partido de la pasada temporada el Roquetas apareció por Nueva Condomina con una elástica rosa y hombreras negras, fue cuando nos dimos cuenta de golpe en la categoría en la que iba a jugar el Murcia. Después pasaron otras igual de gloriosas. Por fortuna, la Segunda B ya es historia y el Murcia vuelve al fútbol profesional con ánimo de actualización en todas sus facetas. Porque las camisetas dicen mucho de la categoría del club. Para un equipo de fútbol las camisetas son el vínculo más directo entre el jugador y el aficionado, más una buena manera de recaudar cuando la cosa va bien. Se produce tal identificación que con el paso del tiempo se convierten en fetiches imprescindibles del seguidor, de una época, de una generación. Yo, por ejemplo, guardo como oro en paño una que me regaló Horacio Abel Moyano en 1987, después conseguir la mejor clasificación del equipo grana en Primera. Con anterioridad, vimos camisas granas en su sentido más literal, que derivaron en camisetas con cordones en el cuello. De los 70 recuerdo unas de algodón muy ajustadas y parecidas las de hoy en día. Muchos aficionados las compran, no porque les guste este u otro diseño, sino por la devoción que sienten por el escudo y la idiosincrasia de su equipo, porque son del Murcia y eso les hace partícipes.
Todos tenemos en algún rincón camisetas de nuestros ídolos que cuidamos como tesoros. Incluso de varios equipos, porque nos regalaron alguna de pequeños, o porque celebramos algún acontecimiento en particular. En el caso de los españoles, es raro quien no tiene una de la Selección junto a la de su equipo. El papel tradicional del equipo de España correspondía hasta hace poco al Real Madrid y lo normal era tener una camiseta merengue, o del Barça por llevar la contraria y luego la local. Aquí lo podemos ver en La Redonda cuando hay algo que celebrar.
Camisetas del Centenario del Real Murcia |
Los grandes clubes cuidan mucho esta faceta y cada año renuevan el diseño para aumentar las ventas. La mayoría recurre a empresas profesionales que les ofrecen diseños innovadores con los características propias del club: colores, motivos del escudo o su historia; pero otros se deciden por equipaciones modestas y escasas de ingenio. El RealMurcia se apartó de las marcas profesionales para crear una propia, con el nombre del club, con pobres resultados. Las camisetas del Centenario, de infausto recuerdo, fueron su máximo exponente. Nadie me supo dar una explicación del diseño, con las coronas siluetadas de aquella manera por un tapiz rojo y una especie de cleriman en el cuello. Sin contar el escudo amarillo -¡amarillo!- que apareció por algunos sitios y que nunca ha formado parte de la estructura cromática de la entidad. El broche fueron las camisetas suplentes, de un verde pistacho que echaba para atrás. Salieron buenas, porque duraron dos años. En cuanto a la ropa de entrenamiento, daba grima ver los chándales de color añil con motivos rojos, al estilo de Star Treck. Claro que peor eran las de color marrón oscuro, con un marcado acento escatológico, que lucían los técnicos el año pasado. ¿Recordáis el estridente efecto que produce restregar un trozo de corcho? Pues también puede ocurrir con la vista. En cuanto a las camisetas oficiales, por muy ajustadas y anatómicas que fueran, no entiendo de dónde sacaron la idea para esa banda blanca vertical, que parecía un chorretón de lejía, con los cuadros de texto en blanco en hombros y pecho.
Fernando Baiano, con el 'alzacuellos' |
Por fortuna, desde que Victor Alonso se ha hecho cargo de la gerencia parece que la estética y el buen gusto han ganado en el club. Y por eso no es de extrañar una mejora en las nuevas camisolas, las cuáles aguardo con impaciencia. De momento, las del trabajo diario tienen buena pinta.
Otro asunto es el debate sobre la distribución de los colores en la equipación, muy variable con los años y los vaivenes deportivos. La camiseta ha tenido múltiples tonalidades de rojo; el pantalón ha sido blanco y azul, con rayas laterales o sin ellas; y las calcetas ahora son rojas, aunque por historia deberían ser blancas. En cuanto a las suplentes, el segundo color murcianista es el blanco. Ni el azul se corresponde, ni mucho menos el negro, que se asemeja con el Cartagena. Las siguientes, al menos, volverán a llevar en la manga las siglas de la LFP y esperemos que las asociemos para siempre a una temporada plena de satisfacciones.
También lo puedes leer en el portal murciatododeporte.com
http://murciatododeporte.com/not/1162/camisetas
También lo puedes leer en el portal murciatododeporte.com
http://murciatododeporte.com/not/1162/camisetas
No hay comentarios:
Publicar un comentario