A mí me dio por reír, que le voy a hacer. Lejos de asombrarme o de mosquearme por la acción, solté una carcajada al ver una actitud tan borde e ingenua. Me pareció propia de Álvaro Vitali, ese Jaimito travieso y pícaro de aquellas cutres comedias italianas de los ochenta, sólo que en vez de meterle mano a Gloria Guida, su musa, la clavó en el ojo de Tito Vilanova. No se pudo reprimir y lo vio todo el mundo, hasta el impasible hombre del bigote que estaba detrás y no perdió la flema en toda la trifulca. Una escena que no tendría mayor importancia si no fuera porque ya se repite demasiado y porque la protagonizan algunos de los jugadores mejor pagados del mundo. Como dicen en mi pueblo, pero ¿esto qués-lo-qués?
Esta imagen se repite demasiado en los derbis |
Piqué ha dicho alto y claro que este entrenador puede acabar con nuestro fútbol y Guardiola ha advertido de que algún día se van a hacer daño de verdad. La convivencia en la Selección se puede ver dañada y las diferencias personales pueden levantar paredes donde antes había puentes. No podemos exculpar la actitud de algunos jugadores del Barça, sobre todo de un Villa enloquecido por las circunstancias, pero los episodios recurrentes de Pepe son para enmarcar. Este central ha venido a convertirse en el paradigma del Madrid de los portugueses, una prolongación de la sombra de su entrenador en el terreno de juego, de sus peores defectos. Como central es un desastre táctico, pero lo esconde con una agresividad desorbitada que sólo es consentida porque viste la camiseta merengue.
¿Son jugadas fortuitas o se trata de un patrón de juego impuesto por el jefe del vestuario, como denuncian los culés? ¿Hasta dónde y hasta cuándo va a aguantar el fútbol español la actitud de este autodenominado special one? El mundo entero ha visto la agresión al segundo entrenador del Barça para escándalo y vergüenza del madridismo. La respetabilidad y el honor con el que siempre se ha representado al club blanco se queda entredicho por las continuas salidas de tono del luso. A los periodistas deportivos les perdona la vida y día sí y otro, a lo mejor. En la gira americana estaba de buenas y dejo a los enviados especiales que grabaran ¡todo un entrenamiento! Pero luego, cuando llega la competición oficial manda a Karanka a la sala de prensa. No le importa que los seguidores de su equipo y otros muchos miles, incluso de otros países, quieran conocer la opinión del entrenador del Real Madrid en la víspera de jugar contra el actual campeón de Europa. Un desprecio injustificable, no ya a los informadores sino a los verdaderos receptores del mensaje, los oyentes-lectores-televidentes. Además. En los últimos partidos ha quedado evidente que el Madrid tiene mimbres para tutear y derrotar al mejor equipo del mundo, que teníamos razón los que criticamos que empleara un juego tan burdo en los partidos del año pasado con todo el talento de que disponía. No entiendo por qué se le jaleó entonces por algunos de los que ahora lo critican.
Zidane 'endulza' la imagen del Madrid después de tanta bilis |
Me duele ver junto a él a Zidane, con la figura empequeñecida a pesar de ser uno de los grandes genios del Siglo XX, campeón de todo y un caballero de los pies a la cabeza. Un jugador elegante que sólo perdió los estribos una vez, cuando harto de las coces de Materazzi le embistió y lo expulsaron en la final del un Mundial. Un hombre del estilo de Florentino, gente educada, atenta y solidaria. En Lorca, en Murcia, no podremos olvidar nunca en el gran gesto que supuso su visita y el partido benéfico que giró tras los terremotos. Sólo su hierático entrenador salió mal en esa foto emotiva por su indiferencia al compromiso. Por cierto, un gran gesto del Madrid todavía no secundado por el Barcelona a pesar de que les faltó tiempo para decir que ellos también vendrían a jugar. El caso es que resulta hiriente ver en esa trastienda al bueno de Zinedine convertido en una especie de Saruman, sometido al poder de Mourdor y no como el mago Gandalf que siempre fue. Se fueron Raúl y Valdano y sólo Butragueño nos recuerda que una vez triunfaron los elfos en la casa blanca, antes del ciclo de los hombres. El retorno del rey no ha traído la luz sino más tinieblas a la pesadilla de su senescal.
Pero ésa es otra historia. A mi recordó la de Jaimito, la del pobre Vitali siempre recibiendo tortazos de un calvo salido por su mal comportamiento. Ahora falta por ver si esa mala conducta es castigada por el Comité Antiviolencia. Pruebas documentales no les falta y actitud de arrepentimiento, ninguna. El Madrid ha tapado el asunto y el Barça no quiere hacer escarnio, así que lo más normal es que todo se entierre. Hasta que haga otra jaimitada. Al tiempo.
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