Iturralde González no es único,
son cinco. Cinco hermanos, para ser exacto, que luchan con los apellidos más conflictivos
del fútbol patrio. Supongo que en algunos momentos tiene que ser comprometido y
hasta incómodo que todo el que te conozca te haga algún comentario, ora jocoso, ora
ofensivo. Eduardo Iturralde González, el árbitro, parece que lo lleva muy
mal y esta semana ha decidido tomar por
el camino de en medio arremetiendo contra los periodistas deportivos y anulando
su cuenta de Twitter. Medios de Contaminación, los llama y afirma que los programas
deportivos se parecen a la Noria y otros infumables programas rosa. Por lo
visto se abrió su cuenta en esta red social para hablar de sus gustos
musicales, de lo bien que se entrena y para ayudar a los árbitros más jóvenes,
pero su filosofía no ha trascendido. Al principio de la semana publicó este
tweet: "Bufff, vaya semana me espera de Twitter entre 'pros, 'antis',
contras y 'trolls'. Al final hasta va a ser divertido". Se refería a los
días previos al partido Sporting-Real Madrid que ha de dirigir. Todo se vino
abajo cuando en la Sexta comentaron que así “comenzaba a calentar el partido” y
el vizcaíno tronó como una tormenta atlántica. ¿Qué es lo que entendería con lo
de calentar el partido, que tanto le irritó? En este cruce de comentarios el
único insulto (trolls) lo pone él. ¿Entonces a qué viene tanto enfado? La
reacción es tan desproporcionada que al vituperar a los Periodistas parece más
bien homenajear su mórbido ego.
En esta charla defendió el diálogo con los entrenadores. |
El irritable Iturralde González, de profesión
protésico dental, lleva 17 temporadas en Primera División y tiene poco ya que
enseñar. De dientes y pitos anda sobrado, pero de redes sociales anda cortito.
¡Y eso que tenía catorce mil seguidores! Si hubiera sabido gestionarlos hubiese
ganado más que como árbitro. Las Nuevas Tendencias en Publicidad se basan en la
era 2.0 de internet, aquella en la que los receptores de los anuncios forman
parte de ellos con un comportamiento interactivo. Ya no se trata sólo de un hacer
spot televisivo, valla publicitaria o cuña de radio, ni siquiera del raquítico
banner, sino de propuestas virales en las que los ‘targets’, como se denomina
en el argot, tienen la facultad de propagar de manera viral el anuncio. De ahí
la apuesta de las grandes empresas por Facebook, Twitter, etc. Claro que eso
entraña un riesgo y es que si el anuncio es fallido, la torta es igual de
exponencial. Aun partiendo de la base de lo atrevido que resulta que un árbitro
se active una cuenta tuitera, Iturralde no ha calculado ese riesgo y se limita
a despotricar de los periodistas deportivos, precisamente los que alimentan su
trabajo desde sus Medios. En su despedida escribió: Quiero dar las gracias a
todos por seguirme. A los que han discrepado con respeto, a los que me han
apoyado, que han sido los más. A todos gracias por haber estado ahí".
"Me voy de Twitter porque los medios de contaminación son capaces de
empañar las más inocuas intenciones". ¿Inocuas intenciones? Como dicen en
mi tierra, por nadie pase.
Este fue el famoso penalti de Marchena a Raúl. |
Esto lo que demuestra es que
falta mucha comunicación entre los árbitros y los periodistas, es decir, con la
opinión pública. Cuando yo empecé en este oficio hace más de 20 años era normal
entrevistar a los árbitros después del partido, incluso después de sus
actuaciones más polémicas. Había menos imágenes de televisión y más puntos de
análisis de todos los implicados. Sin embargo, la profesionalización del
colectivo les cerró la boca y abrió el camino de la indefensión. El que calla
otorga y los árbitros ya pasaron a ser carnaza sin remedio. Alguno, como
nuestro paisano Tristante Oliva, estigmatizado de por vida y alcanzado de
gravedad en su vida personal por haber pitado aquel penalti a Raúl –que lo fue-
en contra del Valencia. Los del Turia llegaron a denunciarle en el Juzgado. La
cosa no prosperó, pero el bueno de Pedro tuvo que cambiar a sus hijos de
colegio y ahogar sus críticas en la intimidad.
Pedro Tristante Oliva |
Entiendo que hay árbitros muy
malos, peores incluso, pero no acepto en ningún caso que se equivoquen de
manera premeditada. Hoy tenemos muchas imágenes para reproducir un error o un
acierto, pero el árbitro no. La UEFA se empeña de decir que introducir el video
en los arbitrajes es contraproducente y prefiere poner más árbitros. Luego los
esconde para que sus opiniones no creen polémica, lo que resulta absurdo en el
mundo de la comunicación global. Hoy los verdaderos juicios de valor se hacen
en la calle, en las redes sociales y programas deportivos y no se puede
penalizar a un árbitro, actor necesario en el fútbol, con el silencio porque
eso es condenarlos a la deshumanización,
a la instrumentación, a la animadversión.
Fernández Borbalán |
El próximo derbi entre Madrid y
Barça lo pita un buen árbitro, el andaluz Fernández Borbalán. Este colegiado
almeriense es de lo mejor que tenemos. Y eso que se tuvo que destetar de la
influencia de Andújar Oliver para poder crecer. A menudo ha utilizado a un
asistente de la Federación Murciana, donde está muy bien considerado. Las veces
que he hablado con él, siempre fuera de micrófono, me ha parecido una persona
muy prudente y hasta apocado. Nunca le hemos escuchado una salida de pata de
banco como la de Irritable González, a pesar de que a uno de sus asistentes le
agredieron en Pamplona. Si la gente les pusiera cara y voz a sus célebres
apellidos muchas de estas situaciones se podrían evitar. Si no, luego pasa lo
que pasa. No te irrites, Iturralde.
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